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Familia: Escrofulariáceas
Especie: Digitalis purpurea
Nombre:
Digital, Calzones de zorra, Dedalera Didalera, Digital, Guantera Kuku-belar, Txilintxa Bilitroques, Digital Bloody fingers, Fairy caps, Foxglove Digitale Digitale Fingerhut
Longevidad: bianual
Altura: hasta 1,5 m
Floración: el segundo año, en primavera (el primer año forma una roseta de hojas y el segundo salen el tallo y las flores).
Hábitat y lugar de origen: Originaria de las montañas centrales de Europa, se ha asilvestrado en América del Norte. Se encuentra principalmente en terrenos silíceos y en bosques claros. Cultivada extensamente.
Descripción: Raíz de color blanquecino, tallo recto y de sección redonda, de hasta 1,5 m de alto. Hojas aovadas o lanceoladas, dentadas, en roseta las inferiores (durante la floración están secas). Las flores son colgantes y unilaterales, pecioladas y con un único pétalo en forma de "dedo" (de ahí su nombre), de color rosa a violáceo, con manchas más oscuras en la parte interior y con la corola inclinada hacia abajo, presentando un "labio" ligeramente más prolongado. Toda la planta, incluído el interior de sus flores, parece cubierta de una fina pelusilla.
Componentes activos: Es una de las plantas medicinales más empleadas y estudiadas, así como una de las especies vegetales que más vidas han salvado. Contiene digitalina, flavonoides, ácido digitálico, saponósidos y glucósidos.
Aplicaciones terapéuticas: Seguramente, su propiedad mejor conocida es la de su efecto tónico sobre el corazón. Siempre bajo prescripción médica, se emplea contra la insuficiencia cardíaca, las taquicardias y arritmias, la obstrucción aórtica y otras enfermedades coronarias. También se utiliza contra el edema, por su poder diurético.
El polvo de digital es tóxico y puede llegar a producir la muerte, aplicado en dosis elevadas y sin control.
Aplicaciones mágicas: Su nombre popular en inglés, "Gorros de hadas", nos da una pista de su asociación con hadas y duendes, al igual que otras plantas, como el serpol. Se dice que crecen en las colinas en cuyo subsuelo moran las hadas y que cualquier claro de bosque en el que haya digitales es el lugar idóneo para que las hadas bailen las noches de luna llena. En Gales, las mujeres hacían un tinte con las hojas, con el que pintaban signos protectores en el suelo de la casa. En algunas regiones rurales de España, siguen utilizándose para adornar las puertas de las casas y evitar que entren en ellas las brujas.
Notas: La familia de las escrofulariáceas tiene otras especies igualmente bellas, pero menos tóxicas (y menos curativas), como el dragón (Antirrhinum majus) y las ruinas (Cymbalaria muralis).